2009 tinta /papel 14,2 x 10 cm
29.11.09
27.11.09
UN ARTISTA IMPOSIBLE
Alfonso Galván
por Rosa Olivares. Exit Exprés. octubre 2004.
En la constante turbulencia del arte contemporáneo español, con un mercado inseguro y un aún más inseguro criterio estético, hay nombres que se han perdido entre el oleaje. A veces han recalado en playas lejanas, otras se han ahogado y desaparecido para siempre, y otras veces extrañamente reaparecen por las esquinas de un mapa que se arruga y se extiende aleatoriamente
Alfonso Galván (Madrid, 1945) estuvo durante un tiempo en la mira de comisarios internacionales (corrían los tiempos de la Documenta de Rudi Fusch) y de los directores de museos americanos de gran renombre, pero cosas de la vida y del carácter español, las posibles jugadas no se remataron y el artista quedó al albur de una mala jugada partida de cartas entre galerías ya desaparecidas.
Ahora sorprende su vuelta al escenario madrileño, si bien en un espacio no sólo imposible expositivamente sino casi invisible. No obstante la obra sigue allí obediente a las premisas de una coherencia tal vez exagerada. Monstruos y peligrosos paraísos primitivos aparecen detallados en una pintura profunda y misteriosa, con una sensibilidad que puede hacer de una hoja, de un insecto, todo un motivo para derramar dibujo y pintura, olvidándose de tendencias y opiniones. Es un artista imposible, pues no es de otra época sino de ninguna, no es que se aleje de la moda, es que para él y para su pintura, que toma la parte de los animales, de los monstruos híbridos de una imaginación individual, no existe la moda.
CARMELO CAMACHO Y JOSE MARIA CAMPOY...
... en la inauguración de la exposición de Antón Hurtado, que se prorroga una semana más, hasta el 5 de Diciembre!!!
Galería LUMBRERAS
Henao, 3
48009 Bilbao
Tel. 94 424 45 45
Lunes a sábado de 11.00 a 14.00 h y de 17.00 a 21.00 h
(domingos y festivos cerrado)12.11.09
8.11.09
ULTIMO DIA: MAÑANA, LUNES 9
EDUARDO ALVARADO
DIBUJOS, PINTURAS Y OBJETOS
Centro cultural Caja Rioja - Gran Vía
Gran Vía, 2. Logroño
De 18 a 21 horas
CONSTRUIR EL OBJETO
Hace bastante tiempo escribí a propósito de la obra de Eduardo Alvarado (Miranda de Ebro, 1972). Entonces utilicé para titular ese texto una frase -El pintor de hierro- con la intención de poder caracterizar una actitud artística no demasiado habitual en nuestro tiempo. La postura de quien, siguiendo un método creativo al margen de la moda establecida, persigue, sin cejar ni reparar en lo que le pueda distraer, un objetivo muy claro aunque, como todos los del arte, a menudo inalcanzable.
Evidentemente, la obra de un artista como éste no es sólo cuestión de actitud. La capacidad plástica y el manejo de los recursos para transmitirla son valores siempre presentes en su trabajo. Trabajo o búsqueda que alcanza el agotamiento al no dejar de dar vueltas y cuestionar su naturaleza formal. Sin instalarse jamás en ella. Una inquietud estética que apreciándose en toda su trayectoria se convierte en otro de sus alicientes.
Hoy Alvarado parece encontrarse en un periodo de purificación formal. Pintor figurativo al que se puede calificar, con esas fórmulas genéricas tan prácticas y a menudo tan poco efectivas, como expresionista, existencial o neoexpresionista, no ha dejado nunca de representar el cuerpo humano. Ahora aunque lo siga haciendo sus imágenes incluyen un destacado interés por el objeto. Estas dos referencias: cuerpo y objeto sobre un fondo, son claves para explicar gran parte de la pintura occidental de antes y, por supuesto, de la actualidad. La muestra ofrece la compleja sensación de un periodo de transición. Estímulos y técnicas diversas. En ese sentido el conjunto no alcanza la brillantez y coherencia de otras ocasiones. Sin embargo, los que seguimos la actividad artística de Eduardo Alvarado, observamos en lo expuesto un chispazo creativo que imagino está por definir, poco a poco, con la tranquilidad del que elabora sinceramente su trabajo. Ese impulso se expresa mediante una paleta mucho más clara y unos modelos peculiares. Son objetos, creados por el pintor y luego representados o tomados de la realidad para ser representados. Al contemplar esta exposición es ineludible recordar a los maestros que en el siglo XX han cultivado, si se me permite la expresión, este género. Nombres como el de Giorgio Morandi o Luis Fernández, entre otros. En sus obras la representación del objeto daba vida a la pintura, haciéndonos dudar de si esa era, más bien, la propia vida del objeto que sólo el pintor sabía captar. Pinceladas menudas en formatos medianos o pequeños que conviven con algún soporte de mayores dimensiones. Una visión menos desgarradora de la realidad pictórica pero plena de posibilidades para la personalidad creativa de Eduardo. Una pintura que seguramente crecerá y a la que en la actualidad no le estorba, cuando aparece, el gran formato.
Por Ignacio Gil-Díez Usandizaga en el Diario La Rioja el sábado 7 de noviembre de 2009.
5.11.09
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