Mi querido hermano -es siempre en intervalos de trabajo que te escribo- trabajo como un verdadero poseído, tengo un furor sordo de trabajo, más que nunca. Y creo que esto contribuirá a curarme. Quizás me ocurrirá algo como aquello de lo que habla Delacroix: "he encontrado la pintura cuando ya no tenía ni dientes ni soplo", en el sentido de que mi triste enfermedad me hace trabajar con un furor sordo -muy lentamente- pero desde la mañana a la tarde sin aflojar y -ahí está probablemente el secreto- trabajar largo tiempo y lentamente.
Vincent Van Gogh