26.1.10

LEY DE VIDA

Diego Marín en Ciudad del Hombre en Mayo de 2008.
Tras su primer trabajo largo, 13 (2005), el rapero logroñés edita Ley de vida (El Sótano, 2008) en dúo con DJ Ochoa. En los diez nuevos temas Puskas sigue cantando el rap barriobajero y autobiográfico que le ha aupado como uno de los músicos más interesantes de la región. Letras realistas y sinceras, críticas sociales y diagnóstico personal a una vida anodina «de un chico de barrio»pero heroica al pasar por el colador del hip hop. Las bases son obra de DJ Ochoa […], antes en Carpe DM, y responsable de las bases de la mayoría de los raperos logroñeses, trabajo que realiza desde Studio Sótano. Recientemente también ha colaborado, junto a Puskas, en el disco Más allá del ideal de Estrés. Ochoa define Ley de vida como «rap de siempre con músicos de reggae, rock, punk y heavy metal, sin necesidad de hacer fusiones chungas ni historias raras».

-¿Por qué en tus canciones Logroño parece un refugio y a la vez una cárcel?
- Puskas: Son sentimientos encontrados: el lugar en el que quieres estar y que no puedes abandonar. Es como ni contigo ni sin ti, aunque también me refiero a que vivimos en sociedad y la sociedad está por encima de cada uno de nosotros. Cuanta más seguridad, más control sobre nosotros.
-¿Por qué tus discos contienen las colaboraciones que nunca se esperarían en un disco de rap, como en esta ocasión la de Chimbo Llanos (The Starlites) o Rober (ex Silencio Absoluto)?
- P: No lo sé, Ochoa y yo queríamos hacer un disco muy melódico y fuimos pensando en lo que cada canción nos pedía. Todos los colaboradores son músicos a los que admiro y me parecen buenísimos y estoy muy agradecido de que se hayan prestado a colaborar con tantas facilidades.
-Y hasta heavys, como tu hermano Diego Cabezón al bajo y Melkíades a la guitarra.
-P: El rock, en general, siempre ha sido una de nuestras pasiones. A mí me viene de familia.
-Las canciones, esta vez, son menos agresivas y más desencantadas. ¿Es este un trabajo de madurez?
-P: Ni idea. Eso debería juzgarlo quien lo escuche. Por suerte, sí es el que más me llena y el que más me gusta, aunque estoy orgulloso de todos.
-Siguen las continuas referencias a la barriada, el gueto obrero de Logroño. Cara y cruz, por un lado es la marca de distinción de tu estilo pero, ¿no es hora ya de cambiar el registro?
-P: Soy un tipo normal. Nunca he sido el chico malo o el duro, sólo creo que haber nacido en un barrio obrero tiene unas señas propias que pueden marcar tu forma de ser y de vivir. En este disco quería concretar todas estas ideas y reflejar la vida normal de cualquier persona que provenga de un sitio así, quería hacerlo de una manera definitiva. A partir de ahí es cuando nos planteamos un cambio y ya estamos preparando algo diferente, aunque, lógicamente, no será opuesto a esto.
-También hay romanticismo en algunas canciones. En tus primeras maquetas el amor era un motivo desgarrador y vengativo. ¿Qué ha cambiado?
-P: Creo que siempre ha habido romantiscismo en mis canciones, quizás el cambio es que vas creciendo y vas quemando etapas. Algunas cosas te alegras de que ya hayan pasado y otras las echas de menos.
-Los temas, además, son más lentos que en otras ocasiones en que rozabas el rap-punk o el hardcore. ¿Por qué se calma la cosa?
-P: Por la misma razón y porque cada trabajo refleja el estado de ánimo en el que se realiza. Hace unos años estaba cabreado y hoy quizás aburrido por la rutina. Ochoa buscaba también más musicalidad en los temas, ha coincidido todo.
-Le pediste una «canción feliz» a Puskas, dice este en una canción, ¿por qué?
-O: Siempre anda con el rollo del fatalismo, el fracaso y esas historias en las letras y cuando estás con él es todo lo contrario: alegre, positivo, enérgico… También está bien que enseñe ese lado suyo en los temas.
-Ser el DJ de referencia en La Rioja, ¿qué responsabilidad tiene?
-O: Ninguna, hago lo que me gusta. Si soy una referencia es porque la gente valora mi trabajo de manera positiva.
-Por tus manos han pasado la mayoría (si no todos) de los raperos riojanos. ¿Qué tiene Puskas de diferente?
-O: Yo iba de chaval a verle rapear en su local, hace casi diez años. Siempre le he admirado. Y, ahora, aquí estamos, haciendo discos mano a mano. Todo es diferente en él: las letras, el estilo, la actitud, el conocimiento del hip-hop y de la calle…
-En Ley de vida destaca, sobre todo, la positiva evolución del trabajo de producción del DJ. ¿Qué crees que es lo mejor que has aportado al disco?
-O: El hecho de no ser sólo el tipo que hace la música y se la pasa al rapero para que escriba el tema. He metido mano en letras, estribillos... y le he aconsejado a la hora de grabar, he aportado ideas. Y lo mismo él con mis scratches y con la música. Es más que un disco de un rapero y un DJ, somos dos músicos y los dos tenemos claro que el resultado final tiene que ser perfecto. Por eso nos metemos en el terreno del otro si es necesario.