1.4.10

DEL LADO DEL DOLOR

2005 óleo/lienzo 100 x 81 cm

“Pongo mi mano a prueba en los contrastes más absurdos y extremos. Siempre me ha resultado más interesante que hacer algo normal con la altura y las medidas adecuadas” 

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Durante un tiempo mi trabajo exhibió -atendiendo a los temas y a la expresión- una dramática fricción con la realidad que afectó tanto a mi mirada como a mi técnica. Todo ese tiempo mi voluntad plástica tuvo como objetivo la expresión de ese roce dramático que conmovía hasta la mínima parcela de mi existencia y que sobretodo, afectó la representación de esa realidad, por la turbación que provocó en mi sensibilidad y en mi ánimo. Una turbación que se evidenciaba en obras tempranas y que se agudizó y matizó a lo largo de ese periodo a medida que mi experiencia vital se tornó más compleja y se extendió a todos los ámbitos de mi existencia. Desarrollé entonces un mundo plástico próximo al paroxismo consecuencia de la intensidad con la que sentía que la realidad me hería. De esta manera la rabia y la impotencia no eran solo los temas de mis cuadros, también había dolor y desesperanza en mi técnica directa y descuidada que construía unas formas sin una entidad fácilmente reconocible y que sumían al espectador en un incómodo desasosiego, puesto que era él mismo quien imaginaba la forma que en la tela estaba sugerida y reducida a unas convulsas pinceladas que ocultaban bajo la espesa capa de pigmento una llaga... una herida incurable.