Ha pasado mucho tiempo desde mi primera pintura, y sólo en los últimos años he experimentado la sensación de fuerza y experiencia que emana del dominio pleno de un lenguaje visual. Por fin me he creído preparado para pronunciarme sobre el amor.
La experiencia hombre/mujer, que parece tan real en un primer momento, se convierte en memoria y después, rápidamente, en sueño. "Sueños", serie de pinturas, monotipos y litografías, recogen mi imaginería más personal. El marco de referencia es huidizo y paradójico. La fuerza de la pasión exige colores intensos o ausencia de color. Dos figuras se encuentran y abrazan: pintadas se convierten en una sola. Interiores y exteriores actúan como soportes y claves de significaciones que no conocemos. Son documentos de impulsos íntimos.
Hay que echar mano de todo y de todos. La obra lo exige.
El pintor es un rebelde pacífico comprometido en un acto de amor que genera un objeto destinado a un público invisible.
Fritz Scholder