1. la fulguración de la autoridad.
2. la fulguración de la vacilación.
Esto es todo. El uno está hecho del otro, pero en la cima, los dos se distinguen muy claramente. Matisse a los 84 años llega al mismo fulgor con trozos de papel. Y nosotros no sabremos jamás si Descartes nos sirve de otra cosa que de regla de cálculo para todo lo que se ve con evidencia.
El resto descansará bajo tierra porque el cielo está allí y el resto muerto.
Bien, no sigo más.
Nicolas de Staël