1.2.10

LA VOZ DE MI PADRE

Aunque mis ojos
ya no puedan ver ese puro destello
que me deslumbraba.
Aunque ya nada pueda devolver la hora
del esplendor en la hierba,
de la gloria en las flores,
no hay que afligirse.
Porque la belleza
siempre subsiste en el recuerdo.

William Wordsworth